Tranquilo chavalines, no me he muerto.
El caso es que he estado con un gripazo saturnino, que me ha tenido postrado a la litera mas o menos una semana. No pasa nada. Aquí esta el Tito Cabo Hudson para volver a contar batallitas y a calentar su boquita (que no hace falta que se caliente mucho) para meterse con todo bicho viviente que se menea. Va por ti Orlandito, cúmulo personal del despropósito humano.
Hablando de algunos despropósitos voy a hablaros de las pelis que he visto últimamente, que han sido muchas pues ya sabéis que un griposo lo único que hace es ver segregar mas sustancias asquerosas de la cuenta mientras ve películas.
Empecemos con la primera:
La matanza de Texas, el origen: 10 medallas al valor por los cojones que le ha echado el guionista de esta nueva aparición de
Leatherface, a la hora de fusilar películas precedentes, aunque no historias precedentes por que como bien sabemos esto es el principio de todo (o eso reza el titulo). El caso es que de original, bien poquito. Y es que la película no tiene mucho chiste salvo comprobar como matan a los niñatos que van circulando ante las cámaras. Eso si, lo niñatos son un grupo de setenteros con menos carisma que George Bush (hijo o padre, me es indiferente) con traje de sotana.
La historia tiene lugar en unos setenta muy raros, mas que nada por que aunque escuchemos canciones de esa época, y los insuficientes fotónicos de los protas hablen de la guerra del Vietman, todos aparenta ser modelos de catalogo con fecha del 2006. Una pena. ¡¡Con lo bien que habría quedado con la pinta de Kevin Arnold!!
Eso si, no dejemos pasar a otra de nuestras musas personales. Esa mujer con ascendencia brasileña que ya nos dejara con la boca abierta en
A Todo Gas. Hablamos de la morenaza
Jordana Brewster. Para darle un mas que merecido homenaje (aunque nos lo tendria que dar a nosotros, ñam, ñam) os dejo abajo del tema, unas fotos de esta “
creacion divina”. Asi de paso subimos las visitas de las 2 de media que tengo, a tres. ¡¡Va por ti salidorro de visita!!
En fin. Lo que si hay que reconocerle a los personajes es que no son tan tontos como cabria esperar de ellos, personajes carne de cañón que viven por y para ser degollados, apaleados, miccionados, regurgitados y excrementados. En una palabra: niñatos. A mi me hubiese gustado mas, que todos ellos salieran con una careta de
Orlando Bloom mientras recibian "terapia" de Leatherface, pero tal vez tendre que dejar esta idea para alguno de mis singulares sueños. (aquellos en que no salen muchachas con escaso ropaje, no seias mal pensados, que uno no es "hetero gay").
El director,
Jonathan Liebesman, que es el mismo de la penosilla Darkness Falls (que solo se salvaba por la bso de
Brian Tyler y por el estupendo y prometedor comienzo,.... una pena que se quedase en prometedor), por lo menos se preocupa de que veamos gente descuartizada, desmembramientos, laceraciones y demás “bocata di cardinale”, en una escala de violencia pocas veces vista antes en ninguna parte de la saga. Genial, genial.
Eso si, si el señor
Liebesman se curara sus problemas de Parkison, a lo mejor podríamos haber apreciado mas estas laceraciones. Junto a los mocos, la tos, y los movimientos de cámara de esta película, uno no paraba de frecuentar periódicamente la biodramina (publicidad subliminal) y la escupidera. Por su culpa tengo 10 kilos menos, señor Liebesman.
En fin, pocas letras merece mas esta película. Si quieres pasar un buen rato de terror, no vayas a ver esta peli. Ahora, si quieres terminar de los nervios y hasta los cajones de R. Lee Erney (el tito Sheriff), verdadero prota de la peli, mas que el soso Leatherface, os recomiendo encarecidamente el visionado de esta película. Eso si, con escupidera y biodramina a mano.
En el próximo post, mi apuesta por los próximos Oscars:
Infiltrados.
Fin de Conexión
Que os Zurzan.